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Pasillo al campeón. Como deber ser. ¿Se repetirá la historia en Champions? |
Tengo fama de gafe. De no acertar una, en lo que a resultados de deportivos se refiere. Además, se me suele calentar la boca con facilidad, así en más de una ocasión he acabado haciendo el ridículo. Pero soy así. Y no voy a cambiar. A mi edad, no te jode. Así que allá voy. Estamos en vísperas de que empiece el espectáculo. Futbolístico, me refiero, porque con Zapatero gobernando todavía, el espectáculo está garantizado cada día. Cuatro Madrid-Barsa. Casi nada al aparato, como diría García. Quince días de diversión, de piques, de risas y seguro que de alguna bronca. Pero lo que es seguro es que este país va a vibrar. Yo el primero. Estoy nervioso. Es más, llevo dos semanas nervioso. Esperando este momento. He puesto a lavar la bufanda y la camiseta. la blanca, por supuesto. Todo en orden. Como debe ser. Para los madridistas es la ocasión que llevamos dos años esperando. Ahora o nunca. No tengo ni idea de qué va a pasar. Pero me la juego. Quincena de Pasión, Muerte y Resurreción. Pasión por lo que hay en juego. Muerte, del Barcelona. Fin de ciclo culé, como dice el periodista francés Frederic Hermel.Y Resurreción. la del Madrid. Con Zapatero -culé reconocido- agonizando, es la hora de Rajoy -del cambio- o sea, de la vuelta al Madrid al poder. Guardiola sigue a lo suyo. Elogiando al rival. Ya no cuela, mister mea colonia. El Madrid ha vuelto. Y lo hace para quedarse. Hoy apuesto por una victoria holgada del Madrid. De tres para arriba. La manita todavía escuece. En la Copa. estará la cosa más igualada. Me huele a partido de pocos goles e incluso no me extrañaría que hubiera prorroga o penaltis. Casillas, héroe nacional. Para la champions, daremos primero. Un 3-1 en la ida. Y como díría Florentino, para la vuelta, un empate, por aquello de no abusar y de quedar bien. Porque los madridistas somos así. Elegantes hasta la muerte. Sin hacer daño ni leña del árbol caído. Sabemos perder, pero sobre todo, sabemos ganar.
Así que nada, el wanted de hoy, se lo dedico al fútbol y a los clásicos que nos esperan. Y Mourinho no habla. Mejor. Ya hablará el Madrid en el campo, que es donde hay que hacerlo.
Hala Madrid
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