La alegría de vivir

'El Relamido', charanga organizadora de la concentración




En la Plaza del Coso de Peñefiel

  Escribo horas después de que en Peñafiel haya terminado una nueva edición, la novena, de la Concentración de Charangas "Villa de Peñafiel". Un exitazo. Sin paliativos. Lo que empezó siendo una reunión de amigos hace nueve años ha calado muy hondo en el pueblo y se está convirtiendo en algo muy grande, por méritos propios y gracias al esfuerzo, empeño y dedicación de unos pocos vecinos del pueblo. Cada año que pasa se agiganta un poco más esta concentración. Va de menos a más. También es cierto que la climatología ha acompañado y eso ayuda, pero no lo es menos que se trata de algo que gusta y mucho, y que todos los peñafielenses esperamos su llegada como agua de mayo. En esta ocasión, han sido dieciséis las bandas que han estado en la cuna de la Ribera de Duero. Podían haber sido muchas más, porque cada año, los organizadores tiene que hacer de tripas corazón y dejar fuera a muchas y muy buenas charangas que quieren estar en Peñafiel pero desgraciadamente no pueden, porque el pueblo de momento no da más de sí. Pero tiempo al tiempo. Este año ha participado una banda de Las Palmas de Gran Canaria. Tiene mérito lo de estos chicos haber recorrido tantos kilómetros para estar con nosotros. Y además tocaban muy bien. Fueron, sin duda, la novedad y la expectación que generaron fue máxima. Y fueron también, merecidamente, de los más aplaudidos por las miles de personas que se acercaron hasta Peñafiel a disfrutar de la fiesta y de la buena música. Porque lo cortés no quita lo valiente, y a pesar del ambiente festivo y pachanguero de este tipo de reuiones, se toca muy buena música, entre otras cosas, porque los integrantes de las charangas son todos unos profesionales como la copa de un pino. Tiene mérito lo suyo. En dias como hoy me siento orgulloso de ser de Peñafiel y de poder disfrutar de las cosas buenas que nos da la vida. La alegría de vivir, como diría Melendi. Y que en tiempos como los que corren actualmente, no viene nada mal.