Pico y pala
Estamos en vísperas de que empiece la campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. Unos comicios que, pese a quien pese, están marcados por la crisis económica que parece no tener fin; por el adiós de Zapatero; y por la más que segura presencia de ETA, a través de ese invento que llaman Bildu. Casi nada en juego. Como para no ir a votar, aunque no se lo merezcan la mayoría. Es, también, la época de las encuestas. Las hay de todos los gustos y de todos los colores. La mayoría las tiñen de color azul. Otras, las menos -creo que solo hay una, la publicada por el Diario Público, que da casi un empate entre los dos partidos y que ha servido para que hoy respiren un poco los socialistas y se agarren como el Madrid de fútbol a un clavo ardiendo-, la pintan más de rojo.
Pero la mayoría de estos sondeos dan una victoria holgada al PP. En su bastiones tradicionales de Madrid, Castilla y León, Murcia, Comunidad Valenciana o La Rioja, los populares simplemente aplastan. Y en feudos socialistas desde décadas como son Castilla La Mancha y Extremadura también se llevarían el gato al agua. Y no lo hacen en Andalucía, porque allí no se celebran autonómicas, solo municipales. Por que con la que está cayendo en la región del calor y la alegría con el escándalo del "fondo de reptiles", cuya profundidad está todavía por salir a flote, el fin del 'chavismo' está más cerca que nunca. Además, en coalición, los populares arrebatarían al PSOE el mando en Aragón, Cantabria, Asturias y a lo mejor en Navarra, si vuelve la colaboración con la UPN. Ante este panorama, podría decirse que el PP está en disposición de cambiar el actual mapa de la España autonómica.
Pero cuidadín. Que el PSOE no ha dicho su última palabra. Y ya sabemos como se las gastan los socialistas. Y estando Rubalcaba de por medio, el PP no debería vender el oso antes de cazarlo. Por si las moscas. O las 'flyes', como diría un progre.
Entre las reacciones, ha habido un poco de todo. Los socialistas se han aferrado a la de Público y se han olvidado de otras como la de La Razón. Como no les interesa, pues no coment. La frase más repetida ha sido la de que la única encuesta que vale es la del 22M. Tampoco se esperaba otra cosa. Pero, en mi opinión, la mejor de todas, como casi siempre, sale de la boca de la lideresa, Esperanza Aguirre. Es la que más pecho puede sacar de todos. No porque tenga dos, como mujer que es, sino porque tiene motivos para presumir, aunque nunca lo haga. Literalmente arrasa una vez más en Madrid. Pero no se fía. Y hace bien. Pide a los suyos que ahora más que nunca deben ponerse el mono de trabajo. Que cojan el pico y la pala y a currar. Hechos y no palabras. Y encima en su lista no aparece ningún candidato sospechoso de estar implicado en tramas como el caso Gürtel o similares. Dicen que antes de predicar hay que dar ejemplo. Y ella lo hace siempre. No es tan difícil. Simplemente falta voluntad. Y Esperanza Aguirre tiene para dar y tomar. Muchos deberán coger apuntes más de vez en cuando. Si a los políticos les queda algo de credibilidad en la sociedad actual -recuerdo que son el tercer problema para los ciudadanos según el CIS-, es gracias a esta mujer. Una pena que se presente por Madrid. Aunque los madrileños digan otra cosa. Y es que hace ya mucho tiempo que se le ha quedado pequeña la comunidad madrileña.
Pero la mayoría de estos sondeos dan una victoria holgada al PP. En su bastiones tradicionales de Madrid, Castilla y León, Murcia, Comunidad Valenciana o La Rioja, los populares simplemente aplastan. Y en feudos socialistas desde décadas como son Castilla La Mancha y Extremadura también se llevarían el gato al agua. Y no lo hacen en Andalucía, porque allí no se celebran autonómicas, solo municipales. Por que con la que está cayendo en la región del calor y la alegría con el escándalo del "fondo de reptiles", cuya profundidad está todavía por salir a flote, el fin del 'chavismo' está más cerca que nunca. Además, en coalición, los populares arrebatarían al PSOE el mando en Aragón, Cantabria, Asturias y a lo mejor en Navarra, si vuelve la colaboración con la UPN. Ante este panorama, podría decirse que el PP está en disposición de cambiar el actual mapa de la España autonómica.
Pero cuidadín. Que el PSOE no ha dicho su última palabra. Y ya sabemos como se las gastan los socialistas. Y estando Rubalcaba de por medio, el PP no debería vender el oso antes de cazarlo. Por si las moscas. O las 'flyes', como diría un progre.
Entre las reacciones, ha habido un poco de todo. Los socialistas se han aferrado a la de Público y se han olvidado de otras como la de La Razón. Como no les interesa, pues no coment. La frase más repetida ha sido la de que la única encuesta que vale es la del 22M. Tampoco se esperaba otra cosa. Pero, en mi opinión, la mejor de todas, como casi siempre, sale de la boca de la lideresa, Esperanza Aguirre. Es la que más pecho puede sacar de todos. No porque tenga dos, como mujer que es, sino porque tiene motivos para presumir, aunque nunca lo haga. Literalmente arrasa una vez más en Madrid. Pero no se fía. Y hace bien. Pide a los suyos que ahora más que nunca deben ponerse el mono de trabajo. Que cojan el pico y la pala y a currar. Hechos y no palabras. Y encima en su lista no aparece ningún candidato sospechoso de estar implicado en tramas como el caso Gürtel o similares. Dicen que antes de predicar hay que dar ejemplo. Y ella lo hace siempre. No es tan difícil. Simplemente falta voluntad. Y Esperanza Aguirre tiene para dar y tomar. Muchos deberán coger apuntes más de vez en cuando. Si a los políticos les queda algo de credibilidad en la sociedad actual -recuerdo que son el tercer problema para los ciudadanos según el CIS-, es gracias a esta mujer. Una pena que se presente por Madrid. Aunque los madrileños digan otra cosa. Y es que hace ya mucho tiempo que se le ha quedado pequeña la comunidad madrileña.
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