Acudo como de costumbre al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Esta vez para conocer más de cerca el significado de la palabra chándal. Y el '
vademecum' de nuestro idioma dice lo siguiente: Ropa deportiva que consta de un pantalón y una chaqueta o jersey amplios. La palabra chándal, yendo un poco más allá, proviene del francés
chandail, que significa el jersey de los vendedores de verdura. Y ahora, sí, lo entiendo todo. Porque siempre he pensado que el chándal servía para hacer deporte o para ir a por el pan o el periódico por la mañana cuando no te ha dado tiempo a ducharte antes. Y llevaba tiempo sin comprender que hace un gorila de color rojo como Chávez y su compañero de monadas y de cáncer, el dictador cubano Fidel Castro, vestidos con chándal, eso sí, amplios, como se define bien en el diccionario, para cubrir sus salientes y bien alimentadas barrigas -algo que no pueden decir sus paisanos-, cuando no han hecho deporte en su puta vida. Tampoco sabía que los homínidos usasen este tipo de prendas de andar por casa. Pero al conocer que esta palabra francesa se usaba para definir a los jerseys de los verduleros, con perdón para los que trabajan en este honroso oficio, ya me van cuadrando las cosas. Porque el gorila rojo bolivariano es, además de un homínido venido a menos, un verdulero. Cada vez que sale en su televisión, que es la única que hay en Venezuela, porque las demás, que eran críticas con el régimen, fueron eliminadas de un plumazo, sube el pan y tengo que bajar el volumen para no lanzarle un plátano a la cabeza. Aunque sé que lo único que puedo hacer es cargarme la tele, pero soy un hombre de repentes y no me aguanto ante ciertas cosas que me producen náuseas.
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Vaya trío calavera. Solo falta Maradona y quitaba al hermanísimo |
Y es que no sabía que el comunismo del siglo XXI estaba tan de capa caída en cuanto a las vestimentas. Porque los comunistas siempre han sido muy suyos y cuidados en la imagen. No me imagino a Stalin o Lenin en sus épocas vestidos en chándal. Tampoco dictadores como Hitler o incluso Franco tenían tan mala pinta. Cuestión de estilos. Y de clase. Algo con lo que se nace y no uno se hace. Recuerdo a comunistas ilustres como Julio Anguita o a otro más reciente como el médico Gaspar Llamazares. No son de mi estilo ninguno, pero les respeto y al menos no van en chándal. Tampoco recuerdo al gran comunista español de todos los tiempos, Santiago Carrillo, el de la matanza de Paracuellos del Jarama y fumador empedernido, haberle visto en ropa deportiva. Un fumador como él que presume de no haber hecho deporte en su vida al menos da ejemplo y no insulta a esta prenda tan utilizada por el español medio. Porque hay que reconocer que ver a esos dos vejestorios de Cuba y Venezuela, que están llevando a sus respectivos países a la más absoluta de las miserias por la revolución de un socialismo inexistente y del que se están llenando los bolsillos y los estómagos, en chándal, me produce una visión terrorífica de la que tardo en recuperarme. Recuerdo en mi época del instituto a dos amigos que se apostaron un cartón de tabaco a ver quién aguantaba más tiempo yendo a clase vestido con un chándal. Pero no cualquier chándal, si no el mismo chándal que se pusieran el primer día. Pedazo guarros los dos. Porque los
'chándales' de ambos eran para verlos con tranquilidad. de arriba a abajo. Y de izquierda a derecha. A cada cual más horroroso. Pero que cachondos los dos y lo que me reí durante los dos meses que duró la apuesta. No recuerdo quién ganó -han pasado veinte años desde entonces- pero un cartón de Chéster y las risas que se echaron ambos y medio instituto, bien mereció la pena. Y lo lucían orgullosos. Con más estilo que el gorila rojo y su amigo cubano del alma. Solo faltaba Maradona en la foto para completar la trilogía. En lugar de la famosa foto de las Azores, con Bush, Blair y Aznar, hablaríamos de la foto evolutiva y degenerativa de los chimpancés, con Chávez, Castro y el Pelusa. Tuve un profesor en el instituto -hoy estoy nostálgico de mi pasado académico- que siempre decía que el hombre no es que venga del mono, según la teoría de la evolución y no la cristiana, sino más bien que el hombre tiende hacia el mono. O sea que cada generación que nace se va acercando más a un homínido. Y viendo a los cancerosos Chávez y Castro me lo creo. Dos monos muy poco monos, todo hay que decirlo. Desconozco si en la tumba que les hagan cuando palmen les vestirán con esta prenda de los vagos, que así la defino yo. No sería mala idea. A lo mejor, en su honor, y cuando su muerte -RIP- sea una realidad, espero que más pronto que tarde, hasta me ponga el chándal para despedirles, con el brazo arriba para luego bajarle raudo y acompañar el gesto con una butifarra sonora. Y Bye bye gorilas.
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