Hace un año

Grande España
Mañana es 11 de julio. Fiesta Nacional. Al menos para mi. No está reconocida, pero debería estarlo. Hace un año fuimos campeones del mundo de fútbol. No recuerdo un día desde qué tengo uso de razón, en el que los españoles fuéramos tan felices y dichosos. Orgullosos de ser españoles. De los colores de nuestra bandera. Vivimos tiempos difíciles. La crisis aprieta. Y hace un año más si cabe. Este triunfo, al menos logró que muchas familias olvidasen por un momento sus penas y se pusieran la casaca roja de nuestra selección para poder contárselo al mundo. Hace tres meses han nacido miles de niños y niñas, fruto de ese día de felicidad compartida. Importante para mantener la natalidad decreciente en los últimos años. Pero es también época de indignados. De separatismos. De imbéciles que quieren enfrentarnos y de idiotas que se lo consienten. Y nadie ha hecho tanto por la unidad de España como los 22 colosos de Del Bosque, cuyos valores de amistad, coraje, entrega y amor por un escudo y una bandera -catalanes y vascos incluidos duela a quien duela- han traspasado fronteras. Somos el modelo a seguir. Valores con los que nos hemos identificado y de los que nos sentimos orgullosos. Como cada domingo, por la mañana suelo ir a jugar una pachanguita con mis amigos al fútbol sala. Y he rendido mi particular homenaje a la selección poniéndome la camiseta de España. Menos es nada. Se lleva en el corazón. Se siente algo especial llevándola puesta. Golpeas mejor el balón y haces cosas distintas. La guardo como oro en paño. Es la camiseta azul de la final que ganamos a los holandeses, con golazo de Iniesta. Qué grande este pequeño jugadorazo. Culé, para desgracia de un madridista como yo, que al menos se consuela viéndole jugar en la roja. Recuerdo que estaba convencido de la victoria. Y de que sufriríamos para ganar, aunque tampoco tanto como se demostró. Han sido los 120 minutos futbolísticos más intensos de mi vida. Y mira que he jugado y visto partidos. Creo que me bebí diez cervezas como mínimo y como se podía fumar en los bares pues si no  cayó una cajetilla entera poco quedó. Con el pitido final me volví loco. Creo que me abracé hasta con las farolas y di más besos que el día de mi primera comunión. Valió la pena. Lo siguiente que hice fue llamar a mi madre y decirla que la quería. No suele ocurrir a menudo. Se da por hecho. Pero ese día necesitaba decir algo. Y fue lo primero que me salió. Siempre estaré en deuda con este equipo. Nunca he visto jugar al fútbol igual. Quizás al Barcelona, pero le veo con otros ojos. No soy objetivo. A lo mejor tampoco soy objetivo con la selección. Pero haber podido disfrutar de los 22 del marqués de Del Bosque -a sus pies- es algo que quedará para siempre en mi cabeza y en mi corazón. Alguien que lea este artículo y no sea futbolero, le parecerá una chorrada, pero insisto en que esta selección ha hecho más por la unidad y la concordia de España que todos los políticos juntos en treinta años de Democracia. Y eso vale su peso en oro. Así que con este wanted de hoy rindo un segundo homenaje a estos héroes que cambiaron la historia negra de España en los mundiales, nos dieron una lección de humildad y saber hacer, y que nos han hecho ver que con fe, ganas, ilusión y pasión, cualquier cosa es posible en esta vida. Gracias España. Gracias 11 de julio de 2010

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