soplapolleces
Los banqueros deben reconciliarse con las sociedad española. Lo ha dicho el ugetista y actual ministro del Paro, Valeriano Gómez, de los Gómez de toda la vida. El que luchó como el sindicalista que es contra la reforma laboral hasta que llamó Zapatero a su puerta y le convenció para que defendiera lo que días antes había repudiado. Valiente propuesta la del ministro. Plantea subir los impuestos a las rentas más altas de la banca. Guiño a la izquierda radical y al 15M, que ahí siguen acampados con sus pulgas. Que paguen los que más tienen, qué cojones. Problema solucionado. Caput a la crisis. Ya no hace falta que Rubalcaba anuncie próximamente -como en los cines- sus medidas para crear trabajo y dejar que se destruyan más empleos. Total si ha estado siete años sin presentar ninguna, porque espere un poco más no pasará nada. Lo único que puede ocurrir es que siga subiendo el paro. Pero ya estamos acostumbrados. Que paguen más los banqueros, que son los grandes culpables de que en España haya cinco millones de parados y subiendo, porque las cifras del otro día del paro están más maquilladas que Carmen de Mairena en plena actuación. Y yo propongo, ya puestos, que le suban los impuestos a Aznar, el otro delincuente que nos ha metido en este descenso vertiginoso hacia el abismo. Y una mahou y otra de gambas para la mesa tres, por favor. Y que no falte de nada en la barra. La clase política española es de risa en general. Y los que nos gobiernan más todavía. Son unos vividores natos. Le importa un pepino de Murcia la que está cayendo y solo piensan en salvar su culo pero sin dejar de poner el cazo. El egipcio lo hacen de mimo. Lo bordan. Ahí esta la Pajín aprovechándose de su cargo para pasar unas minivacaciones. O Zapatero, que ni está ni se le espera ya, y ha cedido el mando a Alfredo o P., que es como se llama a hora el candidato socialista. Y la clase sindical, ni te cuento. Férrea defensa de los trabajadores la suya. Qué haríamos sin ellos. Ese Toxo. Qué oratoria. Que forma de llegar a las masas enfervorecidas y apesebradas. Y ese Cándido. Con su barbas de haber currado toda la vida. Ni un día ha faltado a su puesto de trabajo. Y sin quejarse de lumbalgia. Medalla de Oro el Mérito al Trabajo ya. Este sí que es un fenómeno. Dice el fulano que los impuestos "son un elemento fundamental para que funcione nuestro país", y que lo que urge es resolver la diferencia de entre 7 y 8 puntos que existe entre la presión fiscal entre España y sus socios de la UE. O sea que pagamos poco respecto a nuestros amigos europeos. Pero no cobramos lo mismo. Lo que quiere este tío es que sigamos apoquinando para seguir subvencionando a los sindicatos y que sus dirigentes y los miles y miles de liberados sindicales desparramados por nuestro país desviviéndose por el trabajador puedan seguir viviendo del cuento a costa de los españoles que todavía curran. Además, proclama que aumentar los impuestos ni es de izquierdas ni de derechas, y que este debate aburre y es una soplapollez. Y se queda tan ancho. Lo que no es una soplapollez es que todavía siga este tío al frente de UGT robándonos a todos los españoles y permitiendo que el país se vaya a la mierda solo por sectarismo y por no perder el chollo que tienen montado a su alrededor. Y encima se escojona de la risa el currela. Una soplapollez es la UGT o CCOO, que no sirven para nada y nos cuestan un ojo de la cara a cada españolito, porque solo les interesa defender a las empresas grandes, que es donde tienen el tinglado, y al resto, que le den morcilla de Burgos. Y esto no son soplapolleces.
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