Mucho que aprender
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Suerte a los novios.. ¡Viva la monarquía! |
Como me enteré tarde de la boda inglesa, pues apenas pude verla, salvo en las noticias y en reportajes televisivos que estuvieron toda la tarde y noche de ayer. Me llamaron la atención los sombreros de las damas -había de todo- y lo llamativo de los trajes de los invitados. También la ceremonia. Estamos poco habituados a ese tipo de misas, tan musicales, como son las anglicanas. pero sobre todo, me llamó la atención la puntualidad en todo. La caballerosidad. El orgullo del pueblo inglés. El respeto por la historia y lo que representa esa institución tan antiquísima, y, en definitiva, la estética y el buen gusto en todos los actos. Miles de millones de personas siguieron la boda en todo el mundo. Más de un millón de españoles lo hicieron en TVE. Y cientos de miles más en otras cadenas, como Telemadrid, que también siguieron la ceremonia. Y he de reconocer que me dio cierta envidia. Envidia sana. Si es que existe tal cosa, porque la envidia es envidia y es algo malo, no sano. Pero me gustó lo que vi. Y me acordé de las distintas bodas reales que ha habido en España. Nuestro país tenía un riquísimo ceremonial regio que se ha esfumado en los últimos años por los complejos. Se cumple con la tradición, la gente se vuelca, pero falta algo. En España siempre hay pegas. Críticas. Odas a la República. Quema de banderas. Independentistas tocando las pelotas. Lo que no han hecho los ingleses se hace en España: criticar los 25 millones de libras en gastos entre seguridad, almuerzos, recepciones, limpieza de calles... Pero nadie habla de lo que ha representado para todo el mundo la boda. La imagen que han dado y el turismo que han atraído estos días. Porque Londrés ha crecido en población esta semana. Y eso es dinero. Es pasta. Y seguro que mucho más que lo que se han gastado. Y allí no se critica. Pero en España, sí. Somos diferentes. Cainitas. Envidiosos. Y así nos va. Pero siempre hemos sido así. La historia lo recuerda constantemente. Y tenemos mucho que aprender. En esto y muchas otras cosas más. Hoy también he paseado por Peñafiel un rato. Y las mujeres ya han vuelto a la normalidad. A comprar a la tienda, a tomarse cafés y pasear a los niños.. Un nuevo día ha nacido. Suerte a las novios. Por el bien de la Monarquía. ¡Viva el Rey!
Por cierto, los Príncipes de Asturias y la Reina, impecables. Letizia, estilo British y muy correcta. Doña Sofía, guapísima y elegantes, como no podía ser de otra manera. Deslumbró con su presencia. Y Don Felipe, en su línea. Espectacular e imponente con su traje de Capitán de Fragata de la Marina. Acojonaba. Y esas barbas. Hay esas barbas...
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