Los últimos héroes
Ayer murieron dos soldados españoles en Afganistán. El sargento gijonés Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín, de origen colombiano y segunda mujer que fallece en ua misión en el extranjero. Los últimos héroes. Mis condolencias a las familias. No entiendo nada. No sé que pinta nuestro ejército en esta tierra de descerebrados. No sé cual es nuestra misión en ese tenebroso país, que protegió a Bin Laden. Pero sí se que España está en guerra contra los talibanes, por mucha moto que nos quieran vender de que estamos allí en misión de paz. Casi un centenar de soldados españoles han caído ya por nuestra seguridad y por la libertad en Afganistán desde que en 2003 llegaran allí las primeras tropas o tercios españoles, como nos gusta decir a los nostálgicos. 96 víctimas son un precio demasiado alto para una 'misión de paz'. Por eso no entiendo nada. ¿Qué hacemos allí, repartir caramelos? ¿Contar chistes? Nuestro soldados están en cuadro. Inseguros. Jugándose la vida a cada paso. Con los dídimos de corbata. No hay dinero. Ya se vio en las celebraciones del Día de las Fuerzas Armadas el 28 y 29 de mayo en Málaga, donde por no haber no hubo ni desfile. Los altos mandos militares pidieron hace unos meses más refuerzos. Necesitaban trescientos soldados más para tener no se si el control pero al menos sí más seguridad. Y la Chacón se los negó. Resultado: dos muertos más. Y los que vendrán hasta principios del próximo año, que es cuando nuestras tropas se retirarán, según dijo la ministra hace poco. ¿Pero hasta cuándo vamos a permitir que nos machaquen? ¿Hasta cuando vamos a seguir poniendo el culo solo por no reconocer que estamos en guerra y que no nos dejan disparar? ¿Dónde están ahora los progres comunistas y socialistas de la zeja, que echaban en cara a Aznar que España participara en la guerra de Irak? Somos débiles, pero no porque lo seamos, sino no porque nos obligan a serlo. Los españoles siempre han demostrado coraje y valor. Huevos. Muerte antes que deshonor. España dominó el mundo hace unos siglos. No tantos. Nos temían. Éramos alguien. Nos respetaban. Ahora nos ningunean. Se ríen de nosotros porque saben los enemigos que nosotros no disparamos primero. Ya lo dijo nuestro presidente del Congreso, José Bono, un día: "Yo prefiero que me maten a matar como convicción moral personal". No se lo cree ni él. Pero ya sabemos como se las gasta el ex ministro de Defensa, tan gracioso él. ¿No os acordáis que fue Bono el que hizo borrar el lema "A España, servir hasta morir", de la Academia de Suboficiales del Ejercito de Tierra que estaba escrito en el monte Costampla de Lérida? Así nos va por el mundo. A esto se dedican nuestros políticos de Defensa. Tengo amigos militares y se muerden la lengua, por no meterse en un lío. Es una vergüenza lo que está ocurriendo. Y no pueden hacer nada salvo rebelarse. Pero no está el país para Golpes de Estado. Lo que nos faltaba ya. Pero que no tienten a la bicha. El Ejército unido, cuidado con él. Y ya les están tocando mucho los huevos con la supresión de los homenajes y honores religiosos. Los ataques a la bandera. La sensación de que tratan al Ejército como una oenegé...y yo sigo preguntándome ¿que cojones pintamos en Afganistán? y ¿qué cojones hace todavía la Chacón de ministra de Defensa? convencida nacionalista catalana y confesa y hasta hace poco más pendiente de su futuro como secretaria general del PSOE y otrora sueño de vivir en La Moncloa.
No entiendo nada. Cada día menos.
No entiendo nada. Cada día menos.
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