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El Teatro Victoria Eugenia, sede del Festival de Cine y el puente del Kursaal |
San Sebastián y la ciudad polaca de Wroclaw serán capitales europeas de la Cultura en 2016. Donosti sigue la estela de Madrid, que lo fue en 1992, año olímpico; Santiago de Compostela, ocho años más tarde; y Salamanca, de gran recuerdo para los castellanos y leoneses, hace tan solo nueve años. La ciudad de la Playa de la Concha, Ondarreta, la Real Sociedad de fútbol, capital mundial de la buena mesa y las tapas junto a Valladolid, representará a la cultura de España dentro de un lustro. Me llevo las manos a la cabeza. Como suelo decir habitualmente, me pinchan y no sangro. O me dan una colleja y me río. Voy a mear y no echo gota alguna. Desde hace un mes, más o menos, San Sebastián, gracias a la inestimable ayuda del PNV y de seis jueces del TC, está en manos de ETA y dirigida por José María Izaguirre, un muñeco de los etarras, memo e ignorante alcalde de Bildu, partido que ya ha extendido su poder a Europa por lo que veo. A saber: el programa electoral de esta coalición terrorista tiene al euskera como pilar fundamental, que será la lengua oficial esta legislatura por encima del castellano o español, que lo hablan por cierto más de 500 millones de personas en el mundo y subiendo, y que ahora pasa a segundo o tercer plano. Porque en los colegios donostiarras se estudiará antes el francés, por la cercanía, o el inglés, como segundo idioma. El dos por ciento del presupuesto municipal de Donosti irá destinado a impulsar el euskera. Otro punto importante en materia educativa y cultura de los etarras pasa por dar a conocer las historia de Euskal Herría, como les gusta decir a los batasunos. Las Vascongadas me gusta decir a mi, por joder un poco, ya que no les gusta. Memoria histórica anti española. Sectarismo puro y duro. Socialdemocracia vasca. Cultura para la convivencia es el lema de la candidatura, que logró el triunfo cuando todo hacía indicar que sería Córdoba la elegida. Cultura del miedo diría yo más bien. Entre las actividades que contempla la candidatura está la de organizar en julio una cadena humana entre las localidades de Tolosa y Aduna en recuerdo de las primeras víctimas del conflicto vasco, que no de las víctimas inocentes de Eta. Más de ochocientas en su sangrienta historia. ¿Conflicto vasco? ¿Que conflicto? Que yo sepa aquí no hay ningún conflicto ni guerra que se le parezca, porque solo matan y extorsionan unos, los etarras. Los demás solo ponemos el culo, acojonados. Si bien es cierto que esta candidatura fue impulsada por el anterior alcalde socialista, Odón Elorza, Bildu lo ha hecho suyo como un regalo caído del cielo para seguir con su proyecto de independencia. Y si no, al tiempo. De momento, los Reyes de España no podrán acudir a San Sebastián, según las propias palabras amenazantes del primer edil donostiarra, quien dijo que no veía oportuno la presencia de los monarcas borbones, a los que amenazó con que tomaría las medidas necesarias -tendrá que explicar ahora cuáles son esas medidas- si a Don Juan Carlos y Doña Sofía se les pasa por la cabeza visitar la ciudad más real y monárquica de cuantas hay en España. Una ciudad que debe su esplendor y toda su belleza arquitectónica a la Casa Real. Ahí está, reluciente el Palacio de Miramar, también el Teatro Victoria Eugenia, la Real Sociedad Hípica, el Real Club Naútico, el Hotel María Cristina...
Solo deseo que en 2015, que habrá de nuevo elecciones locales, Bildu no sea más que un mal sueño del que por fin hayamos logrado despertar. Pero puede ocurrir lo contrario. Desconozco si la decisión ha sido política. Espero que no, y que hayan primado criterios culturales. San Sebastián es cultura. Un icono cultural y social de España, pese a quien pese. Chillida, el Kursaal, el Festival Internacional de Cine, la tamborrada... Casi nada al aparato, como diría José María García. Pero el hacha y la serpiente se han adueñado del escudo de la ciudad. Miedo me da. El alcalde habla de que "se abre un periodo de normalización política y de pacificación de nuestra tierra". Sí, pero siguen sin condenar la violencia, continuan ensalzando a los presos, y que yo sepa la Eta aún no ha depuesto las armas. Cada movimiento se vigila con una pistola en la nuca o con una bomba en los bajos de un coche. La Cultura del miedo. Ya se de unos cuántos que tenían pensado ir a San Sebastian este verano a pasar unos días y han cambiado de parecer. Entre ellos yo. Veremos quién es el guapo que se va de tapas ahora por el casco viejo de Donosti, repleto de pancartas en defensa de los presos de Eta. Cultura del miedo. San Sebastián, como bien titula mi periódico, La Razón, en su edición de hoy, es la capital europea de la cultura que esconde a Eta.
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