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Una sonrisa por favor |
Ha pasado desapercibido. Zapatero afronta su sprint final en La Moncloa con más pena que gloria. Aunque pena de que se vaya, a decir verdad, a mi no me da ninguna, dicho sea de paso. El presidente del Gobierno de lo que queda de España va a dejar nuestro pais como un solar. Bueno no, ni el solar dejará en pie. Se le está haciendo el final de la legislatura eterno. La culpa es de él. Que se joda, por no haber adelantado las elecciones solo por sus cojones. No ve la hora de marcharse a León a descansar. Pobres leoneses. Se le ve tristón. Esquivo. Barrutando un futuro tranquilo, acompañado de sus amigos recordando viejos tiempos en El Húmedo leonés. Y es que ya ni sonríe, su mejor arma. Enseña un poco los dientes y hace muchas muecas, así, en plan socarrón, para salir del paso. Ayer estuvo, pero como si no, en su último desfile del Día de la Hispanidad como jefe del Ejecutivo. Hubo muchos pitos, como viene siendo habitual desde 2005, aunque parecieron menos de los que en realidad fueron, gracias a la inestimable colaboración de la ministra nacionalista Carmen Chacón, que se encargó de alejar lo máximo posible al público de las gradas de autoridades para que no se escuchara la pitada. Pero las miradas ya no estaban puestas en Zapatero, sino en Rubalcaba y Rajoy, tan cerca ayer, pero tan lejos en sus valores e ideales. Salvo un par de presidentes autonómicos, que no quiero ni mencionarlos porque no merece la pena, estuvieron todos los que tenían que estar, que no son todos los que son. El Rey, como siempre, el mejor de todos. Los mayores aplausos para él, como no podía ser de otra manera. Lo siento por los comunistas, que tanto anhelan la III República. España es monárquica. Y lo seguirá siendo mucho tiempo. Ni cojo se pierde este día Don Juan Carlos. Si hay que pasar revista en coche, se pasa. Que hay que hacerlo andando, sin problema. En bici, se pone el casco y la coquilla y punto pelota. Un cachondo el monarca. ¡Larga vida al Rey! decían los mosqueteros. Pues eso. Decía que Zapatero ha pasado prácticamente desapercibido. Lejos queda aquél 12 de octubre de 2004 cuando se quedó sentado al paso de la bandera de los EEUU. ¡Lo que nos ha costado a los españoles tus santos cojones, Zapatero! Gracias por llevarnos a la ruina económica. Y ahora se marcha el fulano devolviendo la base gaditana de Rota a los americanos, para que operen allí lo que tengan que operar. Fiel reflejo de la política zapateril. Hoy hago una cosa. Mañana la contraria. Y pasado vuelvo a la primera, pero con matices. Un crack este vallisoletano criado en León. Pero tampoco quiero hacer leña del árbol caído, habitual en política y en la vida. Ya hasta le critican hasta en El País y la Ser. En La Sexta todavía no. Leales hasta el final. Zapatero ya no es nadie. Y menos en calzoncillos, como diría aquél. El tiempo le hará mejor. Seguro. En España somos así, Está pasando con Felipe González, al que Zapatero ha hecho bueno. Y pasará en el futuro. Vendrá otro socialista que hará subir a los altares a Zapatero. Pero bueno. La cuenta atrás continúa. Tic tac. Tic tac.Tic tac... Apenas un mes para tener otro presidente. Y con barbas. Rajoy o llamadme Alfredo. Y Zapatero desapercibido. No le quieren ni en pintura los suyos. Veremos a cuántos mítines acude a respaldar a Rubalcaba durante la campaña. Tic tac. Tic tac. Tic tac.
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