Superfans


Pues aquí estoy escribiendo unas líneas, aunque no sé muy bien de qué, mientras escucho a los Pecos y a Tequila. Hay días en los que te levantas y quieres escribir algo, porque el cuerpo te lo pide, pero no sabes muy bien de qué. Lo fácil sería hacerlo de política, ahora que acaba de empezar la campaña electoral de las elecciones europeas. Pero leo en la portada del periódico El Mundo que solo un 17 por ciento de los españoles conoce la fecha de las elecciones. Y ante esto, nada que objetar. Paso palabra. También he pensado en escribir de fútbol, de lo entretenida y loca que está la Liga. de la final de la Copa de Europa que jugarán los dos equipos de Madrid. De las lesiones de los merengues, que al paso que van al final me van a tener que fichar a última hora para jugar ese partido. Pero tampoco. Estoy un poco saturado de fútbol y de política. Mi pasión, lo primero, y mi trabajo, lo segundo, ya que la mayor parte de las cosas que escribo en el periódico tienen relación con ese arte de la mentira alejado cada vez más de la realidad de los ciudadanos. Pero el caso es que mientras escribo todo esto, que no se por qué camino me va a llevar, me acuerdo del capítulo sobre superfans del programa sobre los ochenta que emitió anoche la 1 de TVE. Espectacular. Y algo siempre se pega, de ahí que lleve toda la mañana escuchando a Tequila, Los pecos y Hombres G. La verdad es que es una gozada recordar los viejos tiempos y las canciones con la que he crecido y me hecho un hombre de pelo en pecho, como los de antes, que no se depilaban. Y no como los de ahora, depiladitos hasta los huevos. Y no es broma. Que tengo el culo pelado de ducharme en vestuarios con compañeros de equipo. Era otra época. No lo de ahora, aunque tampoco digo que sea in mejor ni peor. Simplemente distinto. Y para gustos, los colores. Pero lo que no ha cambiado nada es el fenómeno de los superfans. La locura o mejor dicho la histeria por el grupo o el cantante favorito, por un actor o actriz, por una entrada para la final de la Copa de Europa... por el Sunsuncorda. Mi Reino por verles un segundo. Por tocarles; por oler su colonia mientras pasan a mi lado; por estar ahí, en ese momento. Por decir, con el paso de los años, yo estuve ahí y no me lo perdí. Reí, lloré, me emocioné, salté de alegría, grité de dolor, de rabia, de impotencia .... Decía en el reportaje David Summers, el cantante de Hombres G, que era espectacular comprobar como los fans se agolpaban en el hotel donde dormían y hacían noche. Y como al levantarse para echar una meadita a las cinco de la mañana y asomarse por la ventana un momentín, las fans gritaban como locas. ¡Estaban mirando hacia arriba a ver si salíamos a las cinco de la mañana¡, exclamaba. Un fenómeno social que traspasa fronteras. Es mundial y no sólo ocurren estas cosas en España, aunque seguramente aquí seamos también más originales o echaos p'alante. Bueno, pues, a lo tonto y lo bobo me ha salido un texto. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, os comento que desde mañana y hasta el martes, estamos de fiesta en Valladolid. Celebramos nuestro patrón, San Pedro Regalado. Y como he escrito de fans, pues que sepáis sin lo sabéis ya que junto a la catedral se celebra la 29 Feria del Disco. Más de 120.000 referencias musicales de todos los estilos, épocas, precios y formatos  presentes en los expositores. Y conciertos en directo. Casi na. Para el público en general, pero sobre todo para superfans.

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