sinsentido

Una niña de tres años que vivía con sus padres en La Puebla de Arlanzón, municipio situado en el Condado deTreviño, enclave burgalés en el País Vasco, ha muerto de varicela. Sí, lo que oís, de varicela, y en pleno siglo XXI, porque al parecer denegaron a sus padres desde los servicios de emergencias vasco una ambulancia para trasladar a la menor al hospital de Álava, más cercano que el de Miranda de Ebro, por aquello tan de moda en esta España de los cojones, de los territorios y las competencias. Vamos, que los padres tenían que llamar al 112 de Burgos y no al de Vitoria para que mandaran una puta ambulancia. Una vergüenza. Y estoy indignado. No me lo puedo creer. No tiene sentido. Y aunque no soy padre -que por cierto hoy están de fiesta- no quiero ni pensar como tiene que estar ese hombre que se ha quedado sin su hija, y sin esperanza alguna en esta puta vida tan sólo por dinero. Por un puñado de euros que cuesta movilizar una ambulancia, que no sé exactamente cuánto es, pero que cuando me entere ya sabré el precio de una vida. El Gobierno vasco dice ahora que ha abierto una investigación sobre los hechos. ¿Para qué? Para escurrir el bulto y tratar de quitarse responsabilidades. ¿Qué le van a decir a esos padres cuando acabe la investigación, que se equivocaron y que no volverá a suceder? No caerá esa breva. Al final, y si no, al tiempo, acabarán echándole la culpa al padre, o a España por permitir que el condado pertenezca a Castilla y Leon y no al Pais Vasco, o a la persona del 112 que atendió la llamada, que imagino que cumple órdenes de arriba, aunque hay que tenerlos cuadrados también para hacer lo que hizo cuando, según parece, los padres llegaron a implorar por la ambulancia asegurando que se harían cargo de los gastos de la ambulancia. No me gustaría estar en el pellejo del operador u operadora. Pero que cada palo aguante su vela. Como siempre pasa, tiene que palmarlas alguien para que levantemos la voz y pongamos el grito en el cielo, pero casos parecidos a este ocurren cada día en toda España. Vivimos en una sociedad cada vez más individualista, egoísta y carente de valores, salvo el del dinero. Lo de esta niña no tiene nombre y espero que invite a reflexionar hacia donde vamos, porque da la sensación que no sabemos de donde venimos y que hemos perdido el oremus. Y una advertencia al alcalde de La Puebla de Arlanzón, que llevan tiempo queriendo segregarse de Castilla y León para anexionarse al País Vasco porque, según dice, tendrán mejor calidad de vida y facilidad de acceso a los servicios públicos esenciales. Pues menos mal.

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