Un cocido para aliviar los males

Un buen cocido castellano, con su sopa calentita, con sus garbanzos de Fuentesaúco, su berza, su relleno, su carne y su chorizo, todo ello acompañado de un pan de hogaza típico de Zamora y de un vino que con casera se dejó beber, sirvió de bálsamo para el equipo de fútbol de los Veteranos de Peñafiel en su partido de este pasado domingo contra el Zamora en las instalaciones deportivas municipales de El Valorio, en la capital zamorana. El resultado, 4-3 para los 'viejos' del Zamora, fue lo de menos, ya que el Atlético Peñafiel mereció más y tuvo ocasiones más que de sobra para haber empatado al menos. Pese a las dificultades del viaje, con lluvia; los problemas para encontrar el campo, que estaba en un pequeño bosque en las afueras de la ciudad; el vestuario tan pequeño en el que hubo que hacer turnos para cambiarse; y la lesión del joven Ander al poco de empezar el partido, que tuvo incluso que trasladarse hasta el hospital Virgen de la Concha para que le colocaran el hombro que se le había salido de su sitio en una jugada fortuita al levantarse del suelo tras recuperar un balón, el equipo dio la cara. Supo reponerse con actitud a las adversidades y jugó un buen fútbol por momentos, sobre todo en la primera media hora de partido, y peleó sin descanso hasta que el árbitro pitó el final buscando un mejor resultado. Algo que no llegó porque primero el portero zamorano, y después el poste en el descuento, lo impidieron. No se puede pedir más. Cuando uno lo deja todo en el campo, no hay nada que objetar.
Y eso que el equipo empezó ganado con un soberbio gol de Jesús 'Morenito' a pase medido desde treinta metros de Carlos Perigolo. Jesús controló a la perfección y en carrerea el balón que le llegó al área pequeña y cruzó el esférico por el palo largo al portero zamorano, que nada pudo hacer. Era el 0-1 que hacía justicia al mejor juego peñafielense en este primer tercio de partido. Pero el último cuarto de hora de la primera parte fue para olvidar. Quince minutos en los que el Zamora aprovechó tras contragolpes -uno de ellos acabó en penalti por mano de Javi- para casi sentenciar. Máxima rentabilidad con el menor esfuerzo. El 3-1 al descanso fue demasiado castigo para los méritos de unos y de otros. Pero el fútbol es así de injusto en muchas ocasiones. La segunda parte, con el viento en contra, el Peñafiel no paró de buscar la portería contraria. Y fruto de esa búsqueda llegó el segundo tanto obra también de Jesús tras una buena combinación con Rodri mediado el segundo tiempo. Los últimos minutos fueron de acoso y derribo del Peñafiel intentando lograr el empate, pero fue el delantero zamorano, de vaselina y tras ver adelantado a nuestro portero Óscar, el que nos dio la puntilla a falta de apenas diez minutos. El 4-3 final llegó en propia puerta tras error de la zaga zamorana poco después, y puso algo de emoción. Jesús pudo empatar en el descuento de un soberbio disparo desde fuera del área que repelió el poste tras tocar ligeramente el cancerbero de Zamora. No dio tiempo a más. Al final, derrota, pero con buen sabor de boca y con la satisfacción de que al final Ander regresó del hospital con el hombro colocado, y nos acompañó junto a su novia en la comida que celebramos en el Restaurante Oviedo, y aguantando el dolor como un campeón.
Foto de familia del partido contra el Zamora el pasado año

Por el Atlético Peñafiel jugaron como titulares: Óscar, Chesco, Jabato, Germán, Aarón, Ander, Rodri, Víctor, Miguel Perigolo, Jesús y Carlos Cancela. Entraron después, Carlos Perigolo, Gustavo Barrientos, Toño Moñoño y Javi 'Fompedraza'.

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