El Príncipe azul

¿A quién no le gusta que le regalen algo el día de su cumpleaños? ¿Qué se acuerden de uno, aunque solo sea una vez al año? Menos es nada, y menos dan las piedras, dice el refranero popular. Pero hay regalos envenenados, que los envía el propio diablo. Hoy es el 'cumple' del Príncipe de Asturias. Cuarenta y cinco tacos le contemplan ya al Heredero de la Corona. No ha habido ni habrá celebraciones. No está el horno para bollos. Pero Don Felipe, a lo suyo. A currar por España y al servicio de los españoles. Es lo que ha hecho siempre, porque así le han enseñado, y lo que seguirá haciendo cuando tome las riendas de la Jefatura del Estado. Ha festejado su 45 años inaugurando la Feria Internacional de Turismo (Fitur), el mayor escaparate mundial para España y el certamen de mayor importancia para nuestro país por cuanto el turismo es el sector que genera más ingresos y puestos de trabajo, de forma directa o indirecta, pero sobre todo, el que más alegrías nos da, y especialmente en momentos de crisis como el actual. Ha bajado el turismo de españoles pero los extranjeros nos desbordan y siguen apostando por España como destino para pasar unos días de asueto. Pero nuestro Príncipe no le han regalado un Ipad, un jersey o unos pantalones o una colonia, como a cualquiera de nosotros, no. Le han regalado una pésima noticia que no por esperada deja de serlo, y que le habrá revuelto las entrañas. Y es que el juez instructor del caso Nóos, José Castro, ha fijado esta mañana una fianza solidaria de responsabilidad civil de 8,1 millones para Iñaki Urdangarín y su exsocio Diego Torres, por las responsabilidades pecuniarias que puedan declararse en su contra en este caso que investiga el desvío de fondos públicos al Instituto Nóos. El magistrado les da un plazo de cinco días para el pago. Pero además, a nivel periodistico se está estrechando el cerco hacia una de sus hermanas, la Infanta Cristina, quien cada día que pasa parece estar más implicada en las presuntas irregularidades de su marido. Hoy es uno de esos días que cualquiera preferiría quedarse en  la cama visto lo visto. Pero Don Felipe no se inmuta. A mal tiempo, buena cara. La profesión va por dentro. La gente le quiere. Y él a la gente. Es el miembro de la Familia Real con más actividades oficiales (253 actos, tanto en España como en el extranjero); pronunció más discursos (84) que el Jefe del Estado y también recibió a más personas en audiencias en La Zarzuela. realizó el pasado año siete viajes al extranjero en compañía de la Princesa Letizia, y otros diez en solitario, entre ellos cuatro para asistir a las tomas de posesión de los presidentes de Nicaragua, Guatemala, República Dominicana y México. "Es el Príncipe mejor preparado de la Historia". Aunque lo dice su padre, Don Juan Carlos, y ya se sabe que los padres siempre dicen que sus hijos son los más guapos y los más listos, lo cierto es que Don Felipe está más que sobradamente preparado para ejercer su destino, que no es otra cosa que ser Rey de España pese a su juventud. Tendrá que esperar, dicho sea de paso, porque Juancar no está por la labor de abdicar. Eso en España no se lleva. Aquí uno es Rey hasta el final. Y a Rey muerto, pues Rey puesto. Pero hablaba del Príncipe y su formación. Por decir algo, habla perfectamente el inglés. Es licenciado en Derecho y ha realizado,, entre otras cosas, un  Máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown de Washington. Y eso sin olvidar su formación militar, ya que sabe también pilotar helicópteros y tiene ya el rango de teniente coronel en los Ejércitos de Tierra y Aire y el de capitán de Fragata en la Armada. No dudaría en poner mi vida en sus manos si llegara el momento. Con él, al fin del mundo. Es el príncipe azul que toda mujer ha soñado alguna vez que se acercaría hasta su lecho para darle un beso antes de despertar. El hijo y el yerno que toda madre y todo suegro quieren tener. Es ya el presente de España, pero sobre todo, es el futuro. Y la persona que dará continuidad al régimen que más prosperidad y bienestar nos ha dado a los españoles, la Monarquía Parlamentaria, aunque a muchos les fastidie.