PSOEbrecillos
La encuesta del CIS es demoledora para los socialistas De cumplirse estaríamos hablando casi casi del fin del socialismo. No al estilo del CDS de Adolfo Suárez pero todo se andaría. No me lo creo. Y mucho menos me fío. Me da la sensación de que los del puño y la rosa han cambiado la estrategia sobre la marcha. Visto lo visto, quizás les interese ahora más ir de probrecillos. Dar pena. De buscar la complacencia en las filas populares y en sus confiados electores para arrancar votos según se vaya acercando el 20 de noviembre. Arrastrar a esa izquierda paralizada, que es mucha en España, que no sabe si votar con el corazón o con la cabeza. PSOEbrecillos. Que penan me dan. Sobre todo, a los cinco millones de parados. De todas formas, España es así, y la mayoría de los de izquierdas, cuando llegue la hora de la verdad votarán al PSOE, porque no lo pueden evitar y porque el PP les da grima,. Muerte antes que deshonor. El PP es el coco. Y Rajoy el hombre del saco que se va a llevar a todos los niños. Estoy convencido de que a medida que pasen los días de campaña veremos una corriente distinta. Más euforia en la izquierda e inquietud y algo de miedo en la derecha. Todo empezará este lunes en el cara a cara. Nos venderán a Rubalcaba como el vencedor y como el único que nos puede sacar de esta. Yde Rajoy dirán que no tiene carisma, que representa a la derecha más derecha de toda la derechona de Europa... que vuelve Franco más o menos. Y subirá la euforia socialista. Como el Atlético de Madrid cuando gana un par de partidos, que los colchoneros se comen el mundo. Pero creo que ganará el PP , aunque no por tanta diferencia. Todavía me acuerdo como si fuera ayer de las elecciones que ganó Aznar en el 96. También sacaba quince puntos de distancia en las encuestas al inicio de aquella campaña y al final ganó por los pelos. También es cierto que Felipe González era mucho Felipe en aquél entonces pese a que languidecía. Pero es un dato a tener en cuenta. El problema de la izquierda es que no todos van a votar como sí ocurre con la derecha, donde votan hasta las cabras, como diría Alfonso Guerra. Y ahí creo yo que está la clave. El PP tiene una base sólida de diez millones de votantes y el PSOE, algo menos, pero también cuenta con al menos nueve millones de fieles. Y por eso los mensajes de Rubalcaba irán dirigidos a ellos, para que no fallen ese día. Luego están esos dos o tres millones de españoles de indecisos o que han votado a unos y otros en función del momento. Y ahí también estará la clave. Como canalizar esos votos. En ese margen está la mayoría absoluta del PP o la derrota honrosa del PSOE. Soy de los que pienso que Rubalcaba sabe de sobra que va a perder, pero que asumió la responsabilidad de comandar la derrotada nave socialista post zapateril porque cree que es el único del partido que puede dar la cara y salvar los muebles. O al menos eso le han hecho creer. Y él se lo ha creído. Arranca una campaña extraña, en mi opinión. Falta chicha. da la sensación de que está todo el pescado vendido. Y no es así. La campaña está marcada por la crisis y el paro, por la entrada en escena de ETA -veremos las consecuencias de Amaiur-, por la austeridad y en la que los indignados todavía no han dicho su última palabra. Ya se anuncian protestas y boicot a la jornada de reflexión en la víspera de ir a votar. Habrá mensajes y guiños para ellos también. En las pasadas elecciones municipales y autonómicas quedaron retratados ante la gran participación en las urnas, que era lo que ellos trataban de impedir. Y en estas, será igual, porque España se juega mucho y no está para tontadas. Los españoles lo saben y estoy seguro de que no fallarán el 20N. La gente está harta de los políticos y con razón, pero también de estos indignados, porque no sienten identificados con ellos ni con muchas de sus reivindicaciones. Sí en algunas, pero no es suficiente como para la mayoría de los españoles se sumen a esta denominada democracia real. También es cierto que hay mucha otra gente que votará, porque nunca lo hace. Y muchos más, que les da igual. Que pasan de todo y que pedirán otra de gambas dentro de quince días. Están en su derecho, como lo es votar, pero luego que no se quejen. Hay mucho en juego. La situación es dramática para cinco millones de españoles y familias. Y puede serlo para muchas más en función de lo que pase el 20N. Cada voto es importante y yo desde este humilde wanted animo a la gente a participar del Día de la Democracia por excelencia.
Comentarios
Publicar un comentario