Solo se atrevió él. Como siempre. Nunca falla. Rodiezmo es Guerra, que no la guerra, por lo menos en los tiempos que corren, lejos de barricadas. La fiesta de los mineros que se celebra en esta pedanía leonesa a principios de septiembre, y que suele dar inicio al curso político, no sería lo mismo sin el número dos de la era de Felipe González. Zapatero lleva dos años ausente. Ha demostrado que no tiene huevos. Sus dídimos han encojido estos días atrás, en vísperas de la cita que no hace tanto gustaba de ir, a darse un baño de masas. Se ha consumado el divorcio. Nuestro presidente del Gobierno ha utilizado la táctica del avestruz y ha metido la cabeza bajo el suelo para no dar la cara y para evitar tener que dar una explicación -que no tiene- a los miles de 'trabajadores' que cada año se acercan a cantar la internacional, puño izquierdo en alto, junto a los vividores sindicales, quienes, por cierto, acusan ahora a Mister Bean de haberles engañado. A buenas horas mangas verdes. Qué fácil es hacer leña del árbol caído. Ahora que saben que Zapatero se va para siempre le están esperando con las garras afiladas para ajustar cuentas. Panda de tragones. A Rubalcaba o mister Bacterio, cómplice de presidente de lo que queda de España en estos siete años de desastre, y que ahora dice tener en su mano la solución a nuestros males -tendrá jeta el tío-, no le dicen nada.No se atreven. Están a la expectativa. A ver por dónde pueden hincarle el diente. Saben que solo él puede dar la sorpresa y meter un susto al PP en noviembre. Por eso no dicen ni mu.
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¡Ariba parias de la tierra, en pie famélica legión! laralaralara... |
Pero sólo Guerra ha estado en Rodiezmo. El creador del 'guerrismo' ha sido fiel a sus principios y ha estado con los suyos. Junto a ellos. Cantando con ellos. Pañuelo rojo al cuello y chaqueta de pana oscura. Socialismo en estado puro. No tiene que demostrar nada a nadie. Ha aguantado estos siete años de zapaterismo en silencio, sin hacer ruido, salvo en algún que otro mitin en vísperas electorales, donde ha dejado patente que sigue fiel a su estilo. Es un dinosaurio de la política. Sabe cómo, cuándo y dónde meter el dedo en la llaga, que no en el ojo, como Mourinho. Es irónico, sarcástico y, sobre todo, mordaz y más listo que los conejos. Estuve cerca de él durante las pasadas elecciones autonómicas y municipales, en un mitin que dio en el barrio de La Rondilla. El de la redondilla, como se le escapó a Guerra durante el saludo, con gracia andaluza y creo que adrede para meter en el lío a los más de dos mil socialistas, fieles, felipistas y guerristas de los de toda la vida, que se acercaron hasta el polideportivo de la Rondilla a oirle hablar. A reirse con él, porque con Guerra te escojonas de la risa, aunque no te guste lo que dice. Algo que, por otra parte, va a Misa. Escuchar a Guerra explicar lo que para él es ser socialista no tiene precio. "Lo que persigue un buen socialista es que nadie sea tan rico como para poner a otro de rodillas ni nadie sea tan pobre como para tener que arrodillarse ante otro". Genio y figura hasta la sepultura como diría aquél. Solo Guerra estuvo en Rodiezmo este fin de semana dando la cara por lo que queda de socialismo en España. Y no se mordió la lengua. A su edad. Aseguró que la reforma constitucional es una píldora envenenada que se ha tenido que tragar el PSOE, lanzó un guiño a los indignados, como no podía ser de otra manera, echó balones fuera y recordó que el que quiera saber más del caso Gürtel, que vaya al Sastre. Y luego cantó la internacional, comió bien, y se marcho para casa más contento que unas castañuelas. Y hasta el próximo año, ya con el PSOE seguramente en la oposición. Y seguro que no fallará. Y que meterá caña a Rajoy. Y que nos reiremos. Y que saldrá en primera página con el puño izquierdo y cantando, enérgico, ¡Arriba, parias de la Tierra!¡En pie, famélica legión!Atruena la razón en marcha: es el fin de la opresión [...] laralalaralalala..
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