Miseria social
No ha sido un espejismo. Fue real, como la vida misma. Nunca lo hubiera creído. Pero sí, ocurrió. Y eso que me froté los ojos para comprobar que no lo estaba soñando. En pleno centro de Madrid. En la zona cero, que no es otra que la Puerta del Sol. De nuevo, la casualidad quiere que sea el lugar donde se encuentra la sede de la Comunidad de Madrid. Pero solo la casualidad. Seremos bien pensados. Indignados versus sindicatos. El problema fue la camiseta. Los dos iban de rojo. Y no había petos para diferenciarse. Ni siquiera en las banderas. Todas republicanas y alguna hoz con martillo incluido.
Pero bueno, por fin. Meses después que comenzara esa pantomima social bautizada como 'Movimiento 15M', los sindicatos han sido el objeto de sus mofas y protestas. Al grito de "No, que no nos representan", "Sindicatos, gracias por venir tarde","Comisiones y UGT la misma mierda es" o "Lo que llaman sindicato no lo es", los indignados se despacharon a gusto en su encuentro con los 'currantes', a los que echaron también en cara su pasividad por no promover una huelga general distinta a la "farsa" del año pasado. Resultado: 3-0 para los primeros, porque los segundos optaron por la retirada por su denunciable falta de mensaje y de respuesta. La federación así lo dice, si te retiras pierdes el partido por tres a cero. Aunque yo creo más bien que fue por vergüenza, y eso que yo pensaba que de esto no usaban estos sindicalistas. De todas formas, más vale tarde que nunca, y me alegro que al menos, por una vez y sin que sirva de precedente, los indignados se indignen contra los sindicatos, protagonistas de que nos encontremos en España con la soga al cuello y al borde del abismo. Ya que con Zapatero y Rubalcaba, que son los grandes culpables de nuestra miseria colectiva y social, no se atreven estos indignados. Aunque, a decir verdad, el centro de Madrid pareció el pasado martes más un circo que la capital de un Reino. El origen era una protesta para exigir referéndum ante la reforma constitucional pactada por populares y socialistas en el Congreso para establecer un techo presupuestario. Ahora bien, con la que está cayendo en España, en plena crisis de mercados, con los profesores de Instituto de varias comunicadas en las barricadas, y con las banderas de la II República y de la hoz y el martillo ondeando al viento, cualquiera que pasase el martes por la tarde por la Puerta del Sol o la calle Alcalá madrileñas, podría pensar y esperar cualquier cosa. Pulgas incluidas. Solo faltó una protesta de ecologistas sandías, esos que son verdes por fuera y rojos por dentro, en pelotas y en bicicleta cortando el tráfico en Cibeles y Neptuno. O que llegaran los payasos Fofó y Miliki, e incluso algún elefante de la India a montar un espectáculo al más puro estilo Mourinho. Pero no. Apenas unos gritos contra los sindicatos, algún momento de tángana, como gusta a decir a los locutores deportivos cursis de ahora, y poco más. Un circo.
Esto es lo que hay y lo que habrá hasta el 20 de noviembre. La siguiente protesta será contra Esperanza Aguirre o contra Aznar, por cabrón fascista, o contra las subvenciones ministeriales a la Fundación de la Lenteja Renka Hormonada para la estimulación de la mujer lesbiana, que fue el 'trendic topic' de ayer miércoles en twiter. Y Rubalcaba a lo suyo: oir, ver, escuchar, explicar...
Pero bueno, por fin. Meses después que comenzara esa pantomima social bautizada como 'Movimiento 15M', los sindicatos han sido el objeto de sus mofas y protestas. Al grito de "No, que no nos representan", "Sindicatos, gracias por venir tarde","Comisiones y UGT la misma mierda es" o "Lo que llaman sindicato no lo es", los indignados se despacharon a gusto en su encuentro con los 'currantes', a los que echaron también en cara su pasividad por no promover una huelga general distinta a la "farsa" del año pasado. Resultado: 3-0 para los primeros, porque los segundos optaron por la retirada por su denunciable falta de mensaje y de respuesta. La federación así lo dice, si te retiras pierdes el partido por tres a cero. Aunque yo creo más bien que fue por vergüenza, y eso que yo pensaba que de esto no usaban estos sindicalistas. De todas formas, más vale tarde que nunca, y me alegro que al menos, por una vez y sin que sirva de precedente, los indignados se indignen contra los sindicatos, protagonistas de que nos encontremos en España con la soga al cuello y al borde del abismo. Ya que con Zapatero y Rubalcaba, que son los grandes culpables de nuestra miseria colectiva y social, no se atreven estos indignados. Aunque, a decir verdad, el centro de Madrid pareció el pasado martes más un circo que la capital de un Reino. El origen era una protesta para exigir referéndum ante la reforma constitucional pactada por populares y socialistas en el Congreso para establecer un techo presupuestario. Ahora bien, con la que está cayendo en España, en plena crisis de mercados, con los profesores de Instituto de varias comunicadas en las barricadas, y con las banderas de la II República y de la hoz y el martillo ondeando al viento, cualquiera que pasase el martes por la tarde por la Puerta del Sol o la calle Alcalá madrileñas, podría pensar y esperar cualquier cosa. Pulgas incluidas. Solo faltó una protesta de ecologistas sandías, esos que son verdes por fuera y rojos por dentro, en pelotas y en bicicleta cortando el tráfico en Cibeles y Neptuno. O que llegaran los payasos Fofó y Miliki, e incluso algún elefante de la India a montar un espectáculo al más puro estilo Mourinho. Pero no. Apenas unos gritos contra los sindicatos, algún momento de tángana, como gusta a decir a los locutores deportivos cursis de ahora, y poco más. Un circo.
Esto es lo que hay y lo que habrá hasta el 20 de noviembre. La siguiente protesta será contra Esperanza Aguirre o contra Aznar, por cabrón fascista, o contra las subvenciones ministeriales a la Fundación de la Lenteja Renka Hormonada para la estimulación de la mujer lesbiana, que fue el 'trendic topic' de ayer miércoles en twiter. Y Rubalcaba a lo suyo: oir, ver, escuchar, explicar...
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