Ladran, luego cabalgamos

El periódico La Razón ha cumplido quince años. Pocos aún, si nos comparamos con diarios centenarios como El Norte de Castilla. Pero puede que muchos, si tenemos en cuenta como está el patio en la profesión, que está dejando demasiados cadáveres por el camino. Si bien, y afortunadamente para mi como trabajador de esta santa empresa desde hace diez años -así que soy casi de los que comenzaron con este proyecto- puedo presumir de trabajar en un lugar en el que no ha habido ningún despido, ni ERE, ni nada que se lo parezca. Nos han bajado el sueldo, como creo que a todos en este país que trabajan por cuenta ajena, ya sean funcionarios, empleados públicos o curritos de la empresa privada. Y hemos visto las orejas al lobo, también como todos en lo que queda de este país llamado España, que algunos quieren destrozar. Dicen el refrán que cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Y es lo que hemos hecho en este periódico. Poner nuestras barbas a remojar, pero también arremangarnos la camisa y ponernos el mono de trabajo para sacar esto adelante. Día a día. Y es que haber visto las orejas al lobo nos ha servido como un acicate más para seguir luchando y peleando en esta bendita profesión que escogido para ganarme la vida lo más honradamente posible. Quince años tiene mi amor, como cantaría el Dúo Dinámico. Quince años de buenas razones y mejores intenciones, que espero sean muchos más y que podamos seguir contándolo, y vosotros leyéndolo. Para lo bueno o para lo malo, la prensa es necesaria en toda Democracia que se precie, y pese a que las nuevas tecnologías nos han invadido y son muchos los que piensan que la prensa escrita tiene los días contados, creo que todos ellos se equivocan, y que los periódicos tienen aún mucha vida por delante si saben adaptarse a los nuevos cambios y encontrar su hueco y su nicho de mercado en sus informaciones. En lo que a mi respecta, quiero dar las gracias a La Razón por acogerme en sus pechos, y quiero felicitar a sus trabajadores, mis compañeros, por estos quince años en los que no hemos dejado indiferentes a nadie. Nos ladran, luego cabalgamos, y vamos por el buen camino. Y ahí seguiremos, al pie del cañón. La Razón es un periódico de derechas si nos atenemos a la definición derecha = conservadores; izquierda=progresistas. Somos de derechas, sí, y sin complejos. Un diario donde cabe la discrepancia, pero nunca el insulto. Un periódico de derechas que defiende la Monarquía Parlamentaria de la que disfrutamos afortunadamente en España desde hace ya casi 40 años, aunque muchos de los que se consideran progresistas se la quieran cargar para volver a las trincheras y a las barricadas y, por ende, al siglo XIX. A la revolución industrial, el ferrocarril y el tranvía. La Razón es un diario que defiende también la cultura, y como tal, la Fiesta de los Toros, tan arraigada en España, que una parte de este país también se la quiere cargar sólo por diferenciarse. Y La Razón es un periódico que defiende también nuestras raíces. Y la Iglesia Católica está en nuestras raíces y en lo que somos. Defendemos la vida, por lo que estamos en contra del aborto. Y creemos en la Justicia, como garante de la Democracia, pese a algunos episodios que nos hacen dudar y nos dan asco, como lo ocurrido recientemente con la defenestrada Doctrina Parot, y estamos a muerte con las vícitimas del terrorismo, y con cualquier víctima que haya sido objeto de una violación de sus derechos y libertades como ser humano. Y sí, todo eso somos en La Razón. valores con los que además me identifico plenamente. Así que según la definición anterior, soy de derechas y conservador. Vamos, lo que viene siendo un carca y nada progresista. Pero a mucha honra y sin complejos. Feliz cumpleaños a La Razón.

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